Prueban la seguridad antes de la inauguración del Paseo del Bajo

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Publicado: 22/05/2019
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En las instancias finales antes de la inauguración del Paseo del Bajo, se llevan a cabo distintas pruebas en el nuevo corredor vial que une el bajo porteño de norte a sur, una de las obras más esperadas en la Ciudad.

Estas pruebas dan cuenta de las medidas de seguridad con las que cuenta este nuevo corredor vial, cumpliendo los más altos estandares internacionales.

Durante los testeos, 3 camiones de carga harán un recorrido por la trinchera para chequear la intensidad y orden de encendido para evitar encandilamiento de los conductores y probar la seguridad del recorrido.

Los 7.1 kilómetros del trayecto cuentan con:

1990 artefactos LED diseñados con lineamientos nacionales e internacionales de seguridad vial, de 184 y 320 watts, regulables en intensidad

Las luces se encuentran ubicadas cada 12 metros en la trinchera y cada 35 metros en la zona de calzada elevada, también denominada viaducto, en columnas de 12 metros de altura para que, en caso de necesitar trabajar sobre ellas, no sea necesario cortar la circulación de los vehículos.

En cuanto al funcionamiento, todo el tendido es administrado por un sistema de telegestión de última generación, que permite operar de forma remota midiendo el consumo de energía de cada artefacto, previniendo fallas y recibiendo alertas de mal funcionamiento.

El sistema es alimentado por 2 subestaciones eléctricas ubicadas en Av. Antártida Argentina y Castillo y en Av. Huergo y Moreno. Además, ante cualquier inconveniente con la red eléctrica, el Paseo del Bajo cuenta con grupo electrógeno propio, lo que permite mantener activa tanto la iluminación como sus señalizaciones, cámaras de seguridad y sistema Autopistas sin barreras.

Habitualmente, al ingresar en túneles o sectores con techo -también llamados “trinchera”- los conductores reciben un fuerte impacto en la visión por el cambio de luminosidad. Este efecto que se da cuando se pasa de plena luz a sectores más oscuros es denominado "agujero negro" y en la persona que maneja se manifiesta en segundos de visión borrosa hasta que los ojos se adaptan a la nueva intensidad de la luz.

Para evitarlo y aumentar la seguridad de los conductores, el Paseo del Bajo cuenta con medidas específicas para cada momento del día.

En la iluminación diurna, los artefactos ubicados especialmente en el ingreso de las tapas de la trinchera se regulan para igualar la intensidad de la luz exterior, permitiendo visibilizar el trayecto de manera correcta y sin interferencias.

Durante la iluminación nocturna se encienden los artefactos dispuestos en los laterales de la trinchera, a 5.1 metros de altura, que evitan el encandilamiento de quienes manejan.

Sobre el Paseo del Bajo
Se extiende desde la avenida Brasil y la bajada de la autopista 25 de mayo, hasta el peaje Retiro de la autopista Illia, con un ramal de ingreso a la Terminal de Ómnibus de Retiro y otro que conectará con el Puerto de Buenos Aires.

Tiene 4 de vía rápida y exclusivos para camiones y micros de larga distancia, 2 sentido al norte y 2 sentido al sur, de 3,5 metros de ancho cada uno.

Tiene 8 carriles para vehículos livianos: 4 de ellos sobre Av. Alicia Moreau de Justo - Antártida Argentina con sentido norte y otros 4 sobre Av. Ing. Huergo - Madero con sentido al sur.

Los vehículos pesados y ómnibus de larga distancia podrán hacer este camino en apenas 10 minutos, mientras que los livianos se ahorrarán más de la mitad del tiempo, tardando casi 20 minutos, en comparación con los 47 que les llevaba realizar el mismo trayecto.

La obra fue impulsada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y realizada por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad, a través de Autopistas Urbanas S.A. (AUSA).